Con lágrimas y aplausos, cientos de fieles se congregaron esta tarde en la Plaza San Pedro para despedir al papa Benedicto XVI en su partida a Castelgandolfo, conscientes de ser protagonistas de un momento histórico en la vida de la Iglesia. A través de cuatro pantallas montadas, peregrinos llegados de distintas partes del mundo siguieron las alternativas de la partida del papa alemán, a bordo de un helicóptero, desde el palacio del Vaticano hacia la residencia de verano. Durante los 15 minutos que tardó el vuelo en recorrer los 30 kilómetros que separan ambas ciudades, las campanas de las 300 iglesias romanas no pararon de repicar. Con momentos de respetuoso silencio y emoción contenida, que alternaban con súbitos aplausos y lágrimas en los ojos, los fieles fijaron la mirada en el recorrido del helicóptero blanco que sobrevoló la plaza primero, y luego en las imágenes que devolvían las pantallas del recorrido hacia Castelgandolfo y sus últimas palabras desde el balcón de la residencia.
Un grupo de seminaristas de Chiapas, México, que estudia en Roma, que no quiso perder oportunidad de protagonizar un hecho histórico."Hoy se palpa la presencia de Dios en la Iglesia. Esto es un paso más que damos como iglesia y que demuestra la presencia fiel de Dios en cada uno de nosotros", dijo el diácono Víctor Velasco, para quien "sólo el Espíritu Santo sabe el perfil" que debe tener el próximo papa para enfrentar los desafíos que se presentan.l.
El matrimonio argentino conformado por Susana y Norberto, que vive en Suecia. llegó a Roma para festejar sus 25 años de casados, que celebraron justo ayer. "No sentimos nada especial desde lo religioso, aunque lo vivimos con mucho respeto y sabiendo que es un acontecimiento grandísimo e inédito para la iglesia", dijo la mujer. (Télam)